La cadena hispana Telecinco, propiedad de la italiana Mediaset (Berlusconi), acordó el pasado viernes comprar el 22% del operador de cable pago por satélite Digital+, de Sogecable. Prisa, dueño de Sogecable, recibirá 775 millones de dólares en efectivo.
En otro acuerdo, el canal de distribución gratuita de Sogecable, Canal cuatro, también se unirá a Telecinco. El valor de Telecinco asciende a $3,312 millones mientras que Cuatro está valuado en $792 millones. Cuatro y Telecinco mantendrán sus marcas separadas.
Como resultado de estos acuerdos, Prisa, quien es accionista (artículo en inglés) de la cadena hispana de televisión V-Me, creará una nueva compañía uniendo los dos canales. De esa manera su grupo editorial controlará en el corto plazo el 22% de la nueva compañía mientras que Telecinco controlará el 78% luego de la extensión de capital.
Luego de la participación de Telecinco en la nueva compañía, crecerá por medio de una extensión de capital de $750 millones con un porcentaje controlado por Prisa que caera al 18,37% y el porcentaje controlado por Mediaset al 41%.
El acuerdo le da a Telecinco el derecho de elegir al Director de Contenidos. Más Telefónica, a cargo de la dirección económica de Digital+ y controlando el 21%, Telecinco tendrá control de dos ejecutivos.
El presidente de Telecinco, Alejandro Echeverría, liderará la nueva compañía. Prisa tendrá dos ejecutivos y podría introducir un vicepresidente en la nueva compañía.
En función de completar el acuerdo, Sogecable se hará cargo de las siguientes ramas de Digital+: Canal Satélite Digital y DTS Distriuidora de Televisión Digital.
La entrada de Telecinco en Digital+ llega a tres semanas de la compra de Telefónica (artículo en inglés) del capital de Sogecable. Telefónica tiene su propio operador de televisión paga, plataforma IPTV Imagenio.
El acuerdo Sogecable-Mediaset es positivo para Sogecable porque el Grupo Prisa necesita urgentemente dinero (artículo en inglés). Sin embargo, una de las marcas distintivas de Prisa ha sido siempre la calidad de la información y el control sobre la producción de contenidos, tanto escritos, como en transmisiones radiales o televisadas. Este acuerdo marca la pérdida de ese control en los negocios televisivos de la compañía.
