El movimiento de protesta Occupy Wall Street ("Los indignados" han sido llamados en el mundo hispano) puede haber sido desalojado por la policía del parque Zucotti en Nueva York… Sin embargo, el movimiento se ha hecho eco en otras ciudades de los Estados Unidos y se encuentra ganando protagonismo. Es bueno preguntarnos cómo nosotros, desde la industria del marketing, los medios y la publicidad, deberíamos relacionarnos con el movimiento Occupy Wall Street. No nos olvidemos que el nacimiento del movimiento fue en España, el 15 de marzo, cuando jóvenes mayoritariamente se condensaron para protestar por la falta de oportunidades de empleo.
En esencia, el movimiento Occupy Wall Street repudia la confabulación entre el poder ejecutivo, la legislatura y el sector financiero de los EEUU. Esta confabulación sostenida por un marco institucional "enrarecido" que socializa las pérdidas de las empresas financieras que han quebrado, rescatándolas de la crisis con dinero de los contribuyentes. Sin embargo, una vez que las compañías logran ser rentables nuevamente, las acciones son distribuídas entre los accionistas y no son canalizadas hacia el sector público para generar más empleo. Es genial ser un ejecutivo de Wall Street, si las cosas van bien, los ejecutivos obtienen ganancias; si las cosas van mal, el Estado se encarga de la factura…
Los hispanos en EEUU están pagando un precio particularmente alto…
El marco institucional descripto incentiva a que a menudo líderes corporativos irresponsables tomen riesgos excesivos. Este tipo de situaciones contribuyó a crear la actual crisis económica que ha afectado particularmente a los hispanos en EEUU. Un estudio reciente de Pew Research Center muestra el salario promedio de los hogares hispanos, calculando el ajuste de la inflación, cayó en un 66% desde el año 2005 al 2009, en comparación con un 53% en los hogares de norteamericanos africanos y un 32% en los hogares de norteamericanos blancos. Otro estudio de "New York Communities for Change" encontró que en esos mismos años el 32% de las hipotecas corresponden a hispanos y afro-americanos, pero que un 56% de esas hipotecas están notificadas por falta de pago, por lo que en un 175% de los casos tienen mayores probabilidades de perder la hipoteca que el resto de la población.
Hay un mensaje importante para la industria de los medios, el marketing y la publicidad. Los consumidores estadounidenses, en particular los de origen hispano, están esperando más de las empresas que eligen, están esperando que estas compañías reflejen sus valores y ética. Es crucial que los publicistas incorporen los valores y la filosofía de "los indignados" dentro de sus planes de comunicación hacia los consumidores hispanos.
