Martín Osorio es gerente general de UM Chile.
Osorio presenta en el siguiente artículo una reflexión interesante sobre el rol de los publicistas en Chile en relación a la presencia de las cadenas internacionales y su inversión en entretenimientos, pero también en relación a la pulicidad dirigida hacia los sectores sociales con menores ingresos.
Según el reporte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) Chile es uno de los países con mayor alza en el ingreso de los hogares tras la crisis.
Resulta contraproducente saber que pese a la crisis nuestro país continúa destacando en rankings económicos. Sin embargo, no es extraño teniendo como antecedente que todos los años nos superamos en cantidad de personas que van al cine, hay un crecimiento anual entre 5% y 10% de nuevos abonados a la TV paga, tenemos un aumento importante de la visitas a los malls y como consecuencia tenemos proyectos de desarrollos inmobiliarios que apuntan a diversos grupos objetivos.
Definitivamente el chileno está invirtiendo en el ítem “Entretenimiento”. Esto explica la llegada de cadenas internacionales de comida rápida, apertura de cafés Premium, conciertos y espectáculos de primer nivel que posicionan a nuestro país en la ruta obligada de estos rubros comerciales y que además proporciona una vitrina que nos obliga a mejorar nuestros estándares de trabajo y servicio.
A quienes trabajamos en Publicidad y Marketing este panorama significa una mayor competencia, por lo que debemos ser innovadores en nuestras estrategias y empáticos con los consumidores, para que finalmente seamos valorados y seleccionados en el proceso de compra.
[comillas]El desafío radica en lograr un profundo código que fije conexiones racionales, emocionales y sociales para lograr una potente conexión con las personas.[/comillas]
En ese contexto de crecimiento, la publicidad debe ser cauta, ya que según el reporte de la OCDE Chile tiene una brecha entre ricos y pobres que no ha logrado disminuir: el 10% de nuestro país tiene ingresos por 26,5 veces más que el 10% más pobre. En la medición sólo nos supera México y los expertos señalan que si la crisis nos hubiera golpeado más fuerte, la brecha habría aumentado.
Es un hecho que el consumidor chileno cambió sus hábitos en términos de entretención, claramente hoy invierte mucho más en distracción y comunicación. En ese sentido, el mercado ha hecho un excelente trabajo y todos los actores relevantes en estas industrias, han funcionado correctamente. No obstante, lo que reprobamos como publicistas y marketeros es la poca generación de instancias que tengan mayor trascendencia para y con los chilenos que están en la parte baja de la pirámide.
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