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Crónicas del otro lado del charco: Juan Manuel Beltrán: “Un mercado necesariamente anónimo”

Juan Manuel reflexiona sobre la necesidad de que se mantenga la discrecionalidad sobre los datos de las personas en internet,  cómo afecta la falta de regulación al respecto  y el peligro que implica la unión, relativamente posible, entre los datos que poseen las marcas sobre sus usuarios y la institución policial; tanto para las marcas como para los ciudadanos.

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CRONICAS ESPAÑOL

En una nueva entrega de “Crónicas del otro lado del charco”,  Juan Manuel reflexiona sobre la necesidad de que se mantenga la discrecionalidad sobre los datos de las personas en internet,  cómo afecta la falta de regulación al respecto  y el peligro que implica la unión, relativamente posible, entre los datos que poseen las marcas sobre sus usuarios y la institución policial; tanto para las marcas como para los ciudadanos.

Foto: Stadio Alicante - Creative Commons
Foto: Stadio Alicante – Creative Commons

La publicidad en internet comparte, con los usuarios normales y corrientes, una vulnerabilidad que todavía no se ha debatido adecuadamente.

Hace pocos meses hemos conocido la violación de la correspondencia electrónica de millones de ciudadanos que han visto, impotentes, cómo sus correos eran leídos, analizados y posiblemente, utilizados en su contra sin que tribunal o juez alguno entendiera sobre ellos.

Grandes corporaciones han reconocido el hecho y además, lo han facturado, así que sobre la certeza de la imposibilidad de defensa se cierne la incertidumbre sobre un posible negocio cuya moralidad es discutible.

[comillas]¿Cuánto vale el proceso de violar la intimidad de mis usuarios? Una pregunta que queda en el aire.[/comillas]

Pero sobre la necesaria intimidad del usuario planea la actividad publicitaria de las grandes marcas en los medios de comunicación y esta es una cuestión capital si se quiere potenciar la red como soporte transaccional entre marcas y soportes.

Los que hemos trabajado en medios sabemos que recibimos un enorme caudal de información estratégica que nos obliga a la discreción y al silencio absoluto, pues develar lanzamientos, cambios en la orientación general o la puesta en marcha de novedades supondría la muerte de nuestro soporte como receptor de información.

[comillas]La vulnerabilidad de este universo es, de momento, una cuestión que se ha debatido poco y sobre la que no se habla demasiado, pero me parece que será un elemento central en el futuro cercano.[/comillas]

Pensemos que la interconexión de las estrategias de marketing con las investigaciones policiales podrían ser un campo desprotegido y que hay que blindar de forma segura e indubitable. Las marcas necesitan poder actuar seguras de que sus pasos y sus movimientos no son registrados con fines distintos al objetivo original y que la relación con sus clientes no está sujeta a ninguna competencia desleal, negocio espurio o simplemente, colaboración en un nuevo campo de investigación policial paralela basada en sus propios objetivos.

En la era de internet nuestra vida deja huellas en todos los caminos que recorre, públicos o privados y las marcas olfatean esas huellas para anticipar nuestros movimientos, nuestros gustos, aficiones y tendencias para formar, con todo ese conjunto de datos, perfiles definidos a los que encontrar en diferentes medios y sitios. Pues bien, esos perfiles incluyen aficiones, zonas y barrios, amistades, entornos profesionales, juegos en línea y muchos otros criterios y segmentaciones que, puestos en relación con un determinado proceso de investigación política o policial, dejaría inermes tanto a la marca en sus estrategias como a los usuarios que confiaron en ella.

Noticias como la que da origen a esta nota puede que no tengan una enorme repercusión en los EEUU, pero puedo garantizar que en Europa está siendo comentada con mucha preocupación, colocando a las marcas ante un panorama que quieren esclarecer lo antes posible.

La Comisión Europea ha debatido mucho sobre la neutralidad de la red y el papel de las grandes corporaciones que operan sobre ella y condicionan el uso de la infraestructura en su propio favor perjudicando los intereses del usuario final. Esto afecta tanto a las acciones basadas en las tecnologías como a las búsquedas y al uso de datos individuales, correos etc.

En lógica proyección, las marcas que operan sobre distintos mercados con intereses diversos deben estar seguras de que todo ese mapa de actuaciones y registros sólo les pertenece a ellas y que nadie, bajo ningún criterio, puede violarlos, hacerlos públicos o comercializarlos directamente.

Vivimos el inicio de un movimiento que debe contar con lo mejor de la experiencia social y eso implica que todos los agentes del mercado asumen la primacía de los distintos ordenamientos jurídicos. Nadie por debajo y tampoco por encima de la ley y eso implica el compromiso de confidencialidad, inviolabilidad de las comunicaciones y confianza entre las partes para garantizar que todos los agentes del mercado siguen sujetos a las mismas reglas de juego que tan buenos resultados han dado en estos temas.

La innovación es buena y los avances, necesarios, pero las cosas que se han demostrado fiables, honestas y seguras en la relación entre las partes, no deben verse alteradas ni devaluadas. Me parece…
beltran

Juan Manuel es un profesional de los medios y de la publicidad desde la década de los 80. Ha trabajado en muchas áreas relacionadas con la gestión de la publicidad en la venta y en la compra de Televisión, prensa y, desde 1994 se relaciona con internet desde distintos enfoques: Venta, compra y gestión. Desde hace algo más de tres años, trabaja como Spain Business Development en Improve Digital, compañía dedicada a la optimización de inventario al servicio de los editores.

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