¡Únete a los líderes del marketing en Portada Live, CDMX, Abril 11, 2024!

Cronicas del otro lado del charco

Crónicas del otro lado del charco: Juan Manuel Beltrán: “La intimidad como quimera”

Contenido

CRONICAS ESPAÑOL

Juan Manuel Beltrán en  “Crónicas del otro lado del charco”, nos habla en esta entrega sobre como la tecnología rige nuestras vidas y tiene implicaciones diversas de las que, en muchos casos, no somos demasiado conscientes. Así la tecnología nos hace convivir con la posibilidad de múltiples fallos y alteraciones, y la intimidad se ha convertido en una quimera .Sin embargo, los usuarios parecen no darse cuenta o conviven con ello de forma natural. ¿Qué implicaciones tienen estas circunstancias en la publicidad?

Foto: Massimo Regonati.CC
Foto: Massimo Regonati.CC

Ninguno de nuestros actos cotidianos escapa de las implicaciones de la tecnología, empezando por la absoluta vulnerabilidad que nos gobierna a todos. No hay sistema, empresa o administración que pueda sustraerse a las consecuencias del fallo de los sistemas informáticos, desde el tráfico rodado a los grandes mercados que operan a través de redes informáticas que pueden venirse abajo por mucho que los sistemas cuenten con sistemas redundantes: todo puede fallar y convertir nuestros días en un auténtico caos.

Hace unos días nos hemos visto sorprendidos por la noticia de importantes fallos en los teóricamente seguros sistemas de internet que operan bajo las siglas HTTPS y que nos aseguraban una navegación y un tráfico de información en entornos invulnerables. Como siempre, el hombre acaba por cometer fallos que hacen que todo se convierta en vulnerable, inseguro e incierto, pero no hay marcha atrás.

Desde el punto de vista de la actividad publicitaria, hace lustros que convivimos en una sociedad llena de delincuentes que vulneran leyes, tratados y nos asaltan con infinitos virus, “malwares” –el que esto escribe ha sufrido hace pocos días un asalto que le ha traído de cabeza por unos cuantos días – y demás lacras tecnológicas que amargan nuestra existencia y amenazan nuestros equipos.  ¿Qué implicaciones tienen estas circunstancias en la publicidad? Muchas y variadas, pero la realidad es que el barco avanza y nuestros criterios han cambiado enormemente.

El mercado dominante, el de los USA, hace tiempo que ha hecho un canje revolucionario: intimidad a cambio de seguridad y eso ha puesto en marcha un “tsunami” que trasciende fronteras y ha consolidado las prácticas individuales sin posible marcha atrás. Las nuevas generaciones ya no se plantean algo tan intangible como la intimidad.

[comillas]Internet empezó operando bajo los mismos principios legales que regían las comunicaciones telefónicas: inviolabilidad, garantía judicial sobre los contenidos y transacciones y eso ya se ha olvidado.[/comillas]

El 11S acabó con todo ese aparato legal y las grandes operadoras ya han vendido y entregado nuestras comunicaciones sin lucha y sin defensa posible. En Europa, con una sociedad más garantista y más preocupada por los derechos individuales, esas prácticas no son bendecidas, pero ya nadie levanta la bandera defendiendo al usuario. Una tímida ley sobre las “cookies” y poco más.

Si dejamos al lado aquellos mayores de 45 años, los usuarios mayoritarios, menores de 30, han crecido publicando todos sus actos en redes sociales y la red se llena de fotos, declaraciones y todo tipo de conductas que, hace unos años, jamás trascendían de un reducido grupo de familiares y amigos. Las empresas lo saben y se aprovechan de ello con mayor o menso grado de respeto, dando lugar a la habitual curva de normalidad en cuanto al respeto de la intimidad personal. Mientras unas son garantes de los datos depositados en transacciones, algunas han visto cómo sus directivos comerciaban con bases de datos para lucrarse con ellos a costa de vulnerar los tratos.

[comillas]La publicidad utiliza las facilidades que ofrece la tecnología para conectar con potenciales clientes y como en toda actividad humana, hay de todo: buenos, normales y malos que abusan de esas posibilidades sin tener en cuenta barrera o cortapisa alguna.[/comillas]

Vivimos una época en la que la regulación global es imposible y cada cual busca lugares y legislaciones que todo lo amparan y todo lo facilitan, de manera que los gobiernos  ven frustrados  sus intentos individuales. La intimidad se ha convertido en una quimera y lo curioso es que los usuarios parecen no darse cuenta o conviven con ello de forma natural.

No sabemos lo que nos deparará el futuro, pero la tecnología nos ha llevado a convivir con la posibilidad de múltiples fallos y alteraciones, pero no hay solución a la vista. Lo único que podemos esperar es que la criba del tiempo y la experiencia acaben por separar a los buenos de los malos, a los respetuosos de aquellos que vulneran el buen gusto e invaden nuestra libertad forzando relaciones que a nada conducen.

Los abusos en ese campo acabarán creando un colectivo de usuarios escarmentados con unos y confiados en otros, de manera que, como siempre, serán las buenas prácticas empresariales las que acaben por crear una relación entre clientes y empresas sólidas, seguras y justas. Nada nuevo bajo el sol.

beltranJuan Manuel es un profesional de los medios y de la publicidad desde la década de los 80. Ha trabajado en muchas áreas relacionadas con la gestión de la publicidad en la venta y en la compra de Televisión, prensa y, desde 1994 se relaciona con internet desde distintos enfoques: Venta, compra y gestión. Desde hace algo más de tres años, trabaja como Spain Business Development en Improve Digital, compañía dedicada a la optimización de inventario al servicio de los editores.

Otros artículos de la sección “Crónicas del otro lado del charco”

Conoce y Aprende
Portada Live Events

Imperdibles del Marketing