Qué: Tras una larga espera, Telefónica concreta la compra de Canal+.
Por qué importa: Porque la decisión oficial permitirá a Telefónica concretar planes que tiene para el mercado televisivo, aunque antes deberá cumplir con varias condiciones que le impuso el árbitro oficial del gobierno español, y que involucra ceder a su competencia derechos de programas premium, como sería la trasmisión de la Champions League, por ejemplo.
Después de 11 meses de análisis y deliberaciones, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia de España aprobó, con varias condiciones, la compra de Canal+ por parte de Telefónica a Prisa.
La operación de compra fue anunciada en mayo del 2014, pero las autoridades españolas no habían permitido que se concretara.
Pero antes, Telefónica deberá cumplir con varias condiciones, entre las que se encuentra ceder el 50% de sus canales premium a sus competidores, tanto los de Movistar TV como los de Canal+.
Así, la mitad de los derechos exclusivos que hoy tiene Telefónica de varias competencias deportivas, como el fútbol, la Champions League, la Fórmula 1 y la Moto GP, entre varias otras, podrán ser elegidos por sus rivales para incorporarlos a sus parrillas.
Además, la explotación en exclusiva de los contenidos que adquiera Telefónica queda limitada a dos años y a determinados tipos de ventanas de emisión. En otras ventanas como plataformas VOD no podrá adquirir contenidos en exclusiva.
La decisión del árbitro español de competencia también se establece que no podrán adquirir derechos que no vaya a explotar y que deberá limitar a tres años la duración de sus contratos de adquisición de contenidos, así como renunciar a los derechos de adquisición preferente de contenidos.
Solo las producciones originales de Telefónica se salvarán de estas condiciones.
La compra del 56% de las acciones de Canal+, que estaban en manos de PRISA, se cerró por 750 millones de euros.
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