Qué: Tras un controvertido 2016, que tuvo un alto costo para el organismo, la apuesta es el siguiente Mundial
Por qué importa: Porque a poco más de un año de que el balón comience a rodar en Rusia 2018, los responsables de la organización empiezan a aceptar hasta ahora no han sido capaces de captar suficientes patrocinadores que se sumen al catálogo de firmas oficiales que darán su apoyo al torneo. Y ello ocurre poco después de conocerse el informe financiero anual 2016 del organismo rector del fútbol internacional.
Al interior de la FIFA empieza a percibirse un sentimiento de desesperación, según dicen los enterados, debido a que a poco más de un año de que ruede el balón en Rusia 2018, faltan patrocinadores que comprometan recursos financieros y resulten en la tabla de salvación del organismo rector del fútbol internacional tras un año de bregar en aguas turbulentas.
Esto porque, tras la tormenta y los movimientos de emergencia, la FIFA presentó su informe financiero anual y, como podía esperarse, las repercusiones de los escándalos de corrupción, los gastos excesivos y las nuevas medidas de transparencia del presidente Gianni Infantino han pasado factura a la organización, la cual ha registrado pérdidas millonarias y ha pasado, al próximo Mundial y a los posibles patrocinios que vengan, la responsabilidad de su salvación.
El máximo organismo del fútbol mundial registró pérdidas globales mayores a $369 millones. Además de reconocer un déficit superior a los $489 millones para los ejercicios aún por realizarse en este año. Entre estos la Copa Confederaciones de Rusia y los Mundiales Sub-17 y Sub-20, en India y Corea, respectivamente.
Además de los procesos legales levantados contra la cúpula ejecutiva de la organización por parte de autoridades suizas y estadounidenses, y de las respuestas de la misma, como el Congreso Extraordinario en que fue elegido Infantino, la FIFA señaló las ‘inversiones imprudentes’ del ex-presidente Joseph Blatter como una de las causas principales de este golpe a su economía. Entre dichas inversiones se encuentran el Museo del Fútbol Mundial y la misma sede de FIFA, el Hotel Ascot de Zurich.
Esta mezcla de situaciones fuera de lo común, aunadas a las operaciones cotidianas de FIFA, forzaron al organismo a recurrir a sus reservas, que en el 2015 rondaban los $1,400 millones. FIFA cerró el 2016 con $400 millones menos, algo que se pronostica volverá a ocurrir este año. De ser así, FIFA llegaría a al 2018 con poco más de $600 millones en reservas.
Infantino y su equipo esperan que el ciclo financiero 2015-2018 cierre a la alza. Los ejecutivos ven en la Copa Mundial Rusia 2018 la inyección económica necesaria para recuperar el terreno perdido. El pronóstico para las reservas dice que la FIFA contará con $1,655 millones en la caja fuerte al terminar la justa mundialista.
Foto: FIFA.com
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