Qué: ¿Es viable pensar en un internet como el actual pero sin publicidad?
Por qué importa: Porque en Europa hay un debate creciente sobre la posibilidad de que aumenten las extensiones que impiden la publicidad en los distintos navegadores, pero pensar en eliminarla por completo significaría que cada usuario pagará al año casi 3.000 pesos mexicanos por un servicio similar al que ahora tiene acceso.
A nivel mundial hay un debate sobre la posibilidad de bloquear la publicidad de internet para evitar, hasta cierto punto, el tráfico de los datos personales y, como los usuarios quieren el pastel con todo y cereza, evidentemente quieren que la navegación en la red siga siendo gratuita.
Mucho del debate surge del informe Adblocking goes mainstream, algo así como Bloquear a la publicidad es cada vez un deseo, que fue elaborado por la empresa Page Fair, con la colaboración de Adobe. Los resultados de este estudio fueron publicados por el influyente diario británico The Guardian y de ahí la información ha sido analizada y discutida en blogs especializados.
“Una de las amenazas más temidas pero menos comentadas por las empresas que viven de la publicidad en la web parece estar llegando ya a su momento de madurez: los ad filters o ad blockers, extensiones instaladas por el usuario en su navegador para evitar la exhibición de publicidad, alcanzan ya los 144 millones de navegadores en todo el mundo, con un crecimiento que se ha disparado a lo largo de los últimos dos años y alcanza un 70% entre los meses de junio de 2013 y 2014″, cita Enrique Dans, uno de los blogueros más seguidos en España.
El estudio, que es la continuación de otro realizado hace un año, indica que una gran parte de la publicidad presente actualmente en internet es molesta, y apuesta por una autorregulación del sector.
El problema es que los sistemas de bloqueo no distinguen entre publicidad molesta y publicidad grata, aceptable, por lo que toda se bloquea, sin dar oportunidad a las buenas prácticas. La solución propuesta por AdBlok Plus (que las marcas que lleguen a compromisos que eviten esa publicidad molesta sean incluidas en una lista blanca que pase el filtro) parece un tanto ingenua.
Una de las preguntas generadas por este informe es ¿qué ocurrirá con los medios que se financian con publicidad cuando los usuarios, en una gran proporción, la bloqueen?
Algunos analistas proponen dos soluciones: la publicidad integrada en los contenidos (que ahora llaman nativa) y el pago directo a los medios.
Pero aunque el estudio de PageFair habla de un 29% de usuarios dispuestos a pagar por contenidos, analistas no lo ven ni viable ni realista, además de que la publicidad integrada corre el riesgo de situarse en la frontera de lo aceptable si no se identifica claramente como algo separado del contenido editorial del medio.
Hace unas semanas la empresa ebuzzing presentó un estudio sobre este tema en el Reino Unido. De acuerdo con el estudio, realizado por la empresa Censuwide, un 98% de l0s encuestados declaró que no estaba dispuesto a pagar por una internet sin anuncios. En los casos en que existe una versión premium sin publicidad el 77% de la población nunca paga por ella.
Ebuzzing calculó que, en el Reino Unido, cada usuario debería pagar 170 euros (alrededor de 2.720 pesos mexicanos) al año para mantener internet con los mismos servicios que la actual.
Quizá, si se realizará un estudio similar en América Latina, aumentaría el porcentaje de quienes no están dispuestos a pagar y que el valor de los servicios sean mucho más altos
Los distintos blogueros que han abordado el tema consideran que los usuarios de internet debemos aceptar que, si queremos una web gratuita, la publicidad llegará con ella aunque puede hacerlo de una manera que no resulte invasiva. Los especialistas en marketing tienen la palabra.
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