Influidos por el espíritu de San Valentín, buscamos las marcas más queridas en México, las llamadas lovemarks, y estos son los resultados.
Sin duda alguna, el objetivo principal de cualquier marca es llagar a pertenecer a la categoría de las lovemarks, aquellas empresas o productos que tienen el más alto nivel de fidelización de los consumidores.
El término fue presentado en 2004 por el publicista Kevin Roberts en el libro Lovemarks: the future beyond brands, en el que se refería a las marcas cuya filosofía y principios logran crear un vínculo emocional tan fuerte con el cliente, que se genera una lealtad “más allá de la razón”.
Para el actual ejercicio, recurrimos a varios rankings mundiales pasados que encontramos en buscadores, y a la lista de marcas totales la sometimos a los resultados de SemRush para le región de México, y logramos una selección de cinco marcas preferidas por los mexicanos.
Cabe mencionar, por un lado, que se trata de un simple ejercicio que podría modificarse drásticamente con un estudio de mayor envergadura. Y, por otro lado, no debemos confundir a las lovemarks con los líderes de venta, pues en ese caso influyen otros factores como la disponibilidad de producto y no precisamente aspectos emocionales.
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Apple
Si bien la primera Apple Store en México se abrió en septiembre de 2016, la marca es conocida en el país desde 1984, cuando se lanzó el primer modelo de Macintosh.
¿Por qué enamoran? En 2007, Apple presentó su dispositivo 3 en 1, el iPhone, que era al mismo tiempo un reproductor musical (un iPod), un teléfono y un dispositivo de internet móvil, sumado a la excelente cámara fotográfica, el diseño minimalista y una pantalla completamente táctil. Con ello, Apple llevó más allá el concepto de “ecosistema” de software y hardware, enamorando a sus clientes al permitirles una experiencia unificada en todos sus dispositivos. Por si fuera poco, su propuesta de marketing suele generar deseo y expectativas por sus productos antes de que estos salgan al mercado.
Sin duda alguna, Apple es una de las lovemarks por derecho propio.
Nike
Fundada en 1964 como una distribuidora de calzado deportivo hecho en Japón, fue hasta 1971 que su fundador Phil Knight decidió crear sus propios productos amparados bajo el logotipo de la “palomita”, para lo cual fue elegida la fábrica mexicana Calzado Canadá, de Guadalajara, para laborar los mil primeros pares. Y aunque fueron los primeros Nike de la historia y los últimos para la Canadá, pues la calidad de los productos no fue la esperada, desde entonces la marca tiene una fuerte presencia en el país.
¿Por qué enamoran? Nike representa un estilo de vida saludable, logrando conectar con sus clientes mediante storytellings efectivos que van más allá del slogan, como la frase Just Do It que te invita a superar los límites. Además, para reforzar la conexión emocional con sus clientes, Nike suele recurrir a líderes e influencers o patrocinar equipos deportivos y crear experiencias inolvidables para sus usuarios como maratones y otros eventos deportivos.
Selección Mexicana de Futbol
Con una historia de 100 años, pues debutó en diciembre de 1923, el equipo Tricolor. A pesar de sus escasos logros deportivos, ha sabido penetrar en el corazón de los mexicanos.
¿Por qué enamora? Es común escuchar que las selecciones deportivas de las acciones son las lovemarks por excelencia. De hecho, en 2021, Rodrigo Mort, especialista en Sports Marketing-Managment, declaró a El Economista: “La Selección Mexicana es una lovemark. Es una marca que la gente quiere pero que no necesita. No es una marca de consumo sino de conexión emocional que genera otro tipo de elementos detrás del consumidor que a veces las marcas no pueden generar”.
Con campañas que han sabido conectar emocionalmente con los mexicanos, amparadas en frases motivacionales como “Vamos muchachos”, la Selección Mexicana se ha convertido en un imán para los anunciantes, lo que la convierte en un producto que impulsa las ventas de terceros.
Netflix
Creada en 1997, la compañía llegó a México en septiembre 2011, y en menos de una década encabezó una revolución en el consumo de contenidos de entretenimiento que no han podido arrebatarle grandes competidores como Amazon o Disney.
¿Por qué enamora? Como leemos en la biblioteca digital de estudios científicos SciELO, el guro tan arraigado de la plataforma en los mexicanos se explica porque: “Netflix ha resuelto la ecuación de la proximidad cultural en México utilizando algoritmos para monitorear los datos de sus usuarios. Desde 2015 ha producido series originales que muestran rasgos melodramáticos a pesar de pertenecer a géneros como la comedia, la biografía o la acción de trasfondo político. Con base en un análisis textual y de la industria, este artículo sostiene que Netflix ha establecido una relación de amor-odio con el melodrama mexicano, burlándose de sus convenciones pero usándolas al mismo tiempo. Se concluye que el uso de algoritmos tiene el potencial de transformar a los proveedores de televisión por Internet en competidores de los productores locales”.
Es decir, Netflix se coló entre las lovemarks de México a golpe de algoritmo.
TikTok
En septiembre de 2016 los mexicanos y el mundo pudimos disfrutar por primera vez de la app de videos china, la cual supo imponerse a propuestas similares como la pionera Musical.ly, una aplicación similar creada en 2014, antes de TikTok, para instalarse como la app más descargada en el mundo en 2023 y como el buscador líder, imponiéndose incluso al motor de búsqueda Google.
¿Por qué enamora?
La leyenda urbana decía que TikTok era una red social solo para jóvenes y con contenidos poco elaborados y con mensajes ligeros, casi bobos. Sin embargo, cada vez son más los usuarios de todas las edades quienes descargan la app, y sus contenidos pueden ir de los más intelectual a lo más insulso. Las razones de su éxito son su algoritmo que genera en los usuarios la sensación de pertenecer a una comunidad con la selección de contenidos sugeridos, la facilidad de su uso que permite tomar y editar videos de forma muy sencilla y que el registro para acceder a los contenidos no es obligatorio.
